jueves, 23 de abril de 2015

17 Bafici/Idilio

Fue realmente una grata sorpresa encontrarme con la ópera primera de Nicolás Aponte A. Gutter, Idilio, que compite en la sección de películas argentinas del 17 Bafici que mañana anunciará a sus ganadoras.
La película, filmada en riguroso blanco y negro, comienza con una definición de su título. A partir de allí se suceden distintos planos fijos donde Camila (Paula Carruega, una brillante y sorprendente actriz) le cuenta a un interlocutor que se encuentra fuera de campo su situación sentimental con Martín.

Dicho así el lector podría suponer que estamos frente a una película contemplativa (del estilo Five de Kiarostami) pero no: la interpretación de Paula es tan contundente que a la inmovilidad de la cámara se contrapone la intensidad de sus emociones y pensamientos sostenidos con tanta convicción que la película parece casi un documental. De hecho, el mismo director al finalizar la proyección dijo que una de sus intenciones era esa.

(Paula Carruega, en Idilio)

A su vez, entre plano secuencia y plano secuencia hay canciones excelentemente elegidas, magníficas todas, que comentan la “acción”. Las canciones, completas, son acompañadas por un plano negro. ¿Es posible estar en el cine y no ver? Pues sí, es posible, este es un ejemplo que nos recuerda al comienzo de Bailarina en la Oscuridad.

Llama poderosamente la atención que una mirada masculina pueda ser tan acertada y tan aguda al momento de describir algunos mecanismos femeninos. Creo que Aponte no elige a una como protagonista porque “está bien”, porque estamos hablando temas de género. Creo que el hombre es un auténtico feminista, un tipo que disfruta estando entre mujeres. Entre paréntesis a la salida de la película me crucé con la mamá que me confundió con Valeria Bertuccelli, un encanto de mujer.

Es más, se puede percibir esto desde los créditos: quien aparece en los créditos antes que el director (al mismo nivel en el sentido de tipografía de letra y tamaño y no al final) es la productora de la película: Florencia Gasparini Rey. Una pieza clave, intuimos, en el entramado de esta pequeña pero grandiosa película que representa al auténtico cine independiente que se hace en el país.

Una vez, hace unos años, me tocó viajar al Festival de Cine de Mar del Plata en un micro nocturno con Aponte. Nos saludamos, intercambiamos un par de palabras, nos  subimos al micro, me acomodé en el sillón y me dormí. Después nos seguimos cruzando en eventos. Ayer en la presentación de la película en Buenos Aires me encantó descubrir que atrás de ese chico afable hay, además, una suerte de Truffaut contemporáneo.


miércoles, 22 de abril de 2015

Letter to Max de Eric Baudelaire/Carta a Max en 17 Bafici


Resalta en la Competencia Vanguardia y Género del 17 Bafici la película Letter to Max de Eric Baudelaire (fotógrafo, artista plástico, nacido en Utah) que fue muy bien recibida en distintos festivales el año pasado. Sustentada en un intercambio epistolar entre el Max del título y el mismo realizador, la misma recorre los últimos años de su protagonista (Maxim Gvinjia) en los cuales no solo fue testigo de la separación de Abjasia de Georgia sino donde que fue parte “funcional” de ese proceso.

Pero el documental no es (felizmente) nada parecido a ningún otro que aborda la vida de un político devenido en funcionario público. Es, en todo caso, una reflexión sobre el tiempo, la imagen y las posibilidades de esta de ser, o no, huella de una historia. Porque lo que no deja nunca lado Eric es la aproximación cercana a Max, amistosa y compinche (aunque en el final se pregunta si está bien un film contado solo desde su punto de vista).

En la vida de Max confluyen los últimos años de la convulsionada historia entre Georgia y sus vecinos, los estragos de la guerra, y al mismo tiempo la propia historia personal de Max. En algún sentido, y eso es lo que hace simpático también el retrato, Max es el anti- político: alguien muy poco preocupado por el dinero, por el poder, “muy poco ambicioso”, “frágil”, como él mismo se define.

Por las cartas que son enviadas desde Francia por Eric, Max va respondiendo y compartiendo de manera oral trozos de su vida: su relación con sus papás, su esposa, hijos y amigos. Mientras tanto, las imágenes nos ilustran un presente pero que podría ser pasado, donde los objetos de Abjasia (sus monumentos sin restauración, sus piezas de ingeniera en desuso, sus casas derruidas) conviven con una naturaleza expectante, silenciosa.

La cámara, muchas veces tiembla delicadamente, como emocionada frente a lo que descubre. En algún sentido, la película es una road-movie pero de la memoria: al recorrer a través de las cartas  lo que Max fue haciendo en su vida, asistimos a su viaje interior, conocemos sus  secretos y anhelos. Conocemos los sueños de Max: el hombre que bien podría haber sido el protagonista de La Terminal (2004).


martes, 21 de abril de 2015

17 Bafici/Court de Chaitanya Tamhane

Hay películas en algunos aspectos imperfectas pero que tienen la virtud de permanecer en la memoria, que cuestionan nuestros saberes desde algún lugar. Este es el caso de Court del dramaturgo indio Chaitanya Tamhane. En el linaje de la IPTA, aquella agrupación de teatristas devenidos en cineastas que ejerció el realismo social en la convulsionada India de los años ’40, el film de este hombre nacido en el ’87 toma la historia de un cantautor acusado de de distintos cargos y expone no solo lo fallido que puede ser el sistema judicial sino, fundamentalmente, las diferencias sociales y la marginalidad de aquellos indios que no tienen acceso ni a una educación, ni a una pensión digna, aquellos que el Estado en vez de proteger, aísla y persigue.

Sin embargo, si bien la película toma un tema social, lo desarrolla casi como si fuera una película de juicio al estilo de la Ley y el Orden. O sea, el director no se deja llevar (excepto en el final) por el dictado de los cánones festivaleros, es coherente con lo que quiere contar y con como lo quiere contar. En casi todas las películas llamadas independientes (no me pondré ahora a discutir el concepto) hay alguna escena de baile que es como un descanso en la trama, que no tiene nada que ver con lo que se está contando. Aquí, por el contrario, esas escenas son totalmente funcionales a la trama y alejadas del exotismo. 

(Imagen de Court)

Es sorprendente la mirada global que el director de apenas 28 años tiene sobre todos los personajes de su historia: el poeta, el abogado, la abogada acusadora. Incluso es elocuente como muestra las diferencias entre ellos. Generalmente, las películas que circulan por festivales realizadas por muchachos en los veinte adolecen de una lectura socio-política tan bien sustentada. Por ejemplo, Los exiliados románticos (que compite con Court) refiere a cuestiones políticas pero las elude rápidamente, se aliena de ellas, como si no pudiera tocarlas de frente, como si tocarlas atentara contra cierto equilibrio.

Por otro lado, la manera en la cual el dramaturgo se refiere a Bollywood es más que interesante. En vez de incorporar una cita, o una queja, refiere al mastodonte de la Industria cinematografía India desde un lugar lúdico y al mismo tiempo cuestionador. En síntesis, en Court la Competencia Internacional tiene una representante a la altura y nos acerca a un director que ansiamos desarrolle una gran carrera para mostrarnos su mirada sobre India. No olvidemos que en esta sección del Bafici se presentaron años atrás los primeros trabajos de directores como Apichatpong Weerasethakul.

También en Competencia Internacional se encuentra The kindergarten teacher de Nadav Lapid. El realizador israelí que obtuvo hace unos años el Premio más importante por Policeman, vuelve con una película por momentos muy interesante. Una maestra de jardín de infantes se interesa por demás por un alumno que tiene el don de escribir estupendos versos. Obviamente, el talento del niño, y como reacciona su entorno ante este, funciona como metáfora de una sociedad. El director pone la mirada en situaciones reveladoras pero en algunos pasajes no termina de desarrollar del todo a su personaje principal.

La maestra, por momentos, me hizo acordar a una de las mujeres atormentadas de las películas de Antonioni. Luego de ver WHY?, el corto que Lapid también presenta en el festival, concluí con que no estaba tan errada al relacionarlo con el cine italiano de historias de alienación. 

viernes, 17 de abril de 2015

17 Bafici/Apertura/Ragazzi/Los exiliados románticos

Viajes...

Realmente, no pude tener mejor comienzo de este 17 Bafici que con esta película. Disfruté enormemente El Cielo del Centauro de Hugo Santiago, gocé estéticamente con este viaje por una Buenos Aires ficcional pero que se parece bastante a como a veces la percibo. Un marinero francés llega al puerto de la ciudad para entregar un paquete que le es robado por una pandilla. La película está plagada de referencias (a las películas de pandillas, al mismo nuevo cine argentino a través de la presencia de determinados actores) pero también a la literatura y la pintura local. Siendo porteña pero habiendo vivido muchos años fuera de la misma por momentos compartí esa mirada turística, lúdica, que tiene el narrador sobre una situación que le pertenece y al mismo tiempo le es ajena. La apuesta de Santiago no es realista, ni naturalista, es más algunos de los objetos que aparecen (como si fueran el síntoma de una fusión de culturas y referencias cruzadas entre el tango y la filosofía asiática) fueron especialmente diseñados. Quizás la clave de esta apuesta haya que buscarla en una escena emocionante donde el personaje femenino le explica al marinero cómo Cándido López pintaba la guerra contra el Paraguay: como algo plácido, casi naif podríamos decir, y no como lo que verdaderamente fue.

De un viaje también trata Los exiliados románticos de Jonás Trueba. En su nueva incursión en el largometraje, el hijo de Fernando filma una road movie con un  grupo de amigos que discurren sobre el amor como en algunas películas de Eric Rohmer pero en un tono más jocoso. La película tiene momentos muy interesantes y en algún punto se puede relacionar con la anterior porque acá también todo parece lindo. Como si el hecho mismo de viajar hiciera al mundo más hermoso (más allá de los conflictos sociales o interpersonales). El viaje, el desplazamiento físico como forma de vida es la marca de esta película que también homenajea, insisto en un tono más cómico e incluso paródico, al cine de Linklater.

(Imagen de Ragazzi)

Con Ragazzi Raúl Perrone continúa buceando en lo que inició con P3ND3JOS y antes también: mirar a los pibes, los ragazzi del título, tratar de entender sus códigos, pensamientos, formas de estar y sentir al mundo donde los adultos no contienen. Pero en este caso la exploración está hecha desde un lugar onírico, incluso lisérgico. Hay distintas tramas simultáneas en el film divididas por movimientos; la de un grupo de pibes que juegan al fútbol, la de la referencia a Pier Paolo Pasolini, su legado y/o muerte (de hecho algunos de los textos que aparecen son del teórico y cineasta italiano), la trama de los pibes en el río. Hay cruces de variadas estéticas visuales (cine mudo, encuadres que remiten a una super 8, sobreimpresión) y auditivas como lenguas inventadas (en realidad es audio dado vuelta) y ópera y cumbia. Por momentos la película parece una suerte de Un perro andaluz pero filmado a dúo por Mekas y Pasolini. El entorno, Ituzaingó, está prácticamente borrado: las vueltas a la plaza principal con sus inevitables carteles (como el de la tienda Londres) no funcionan desde un lugar icónico. De todas maneras, en algunas escenas está el Perro del origen: por ejemplo cuando se detiene a observar un grupo de canes que quieren servir a una perra y ella no se deja. Cosas de la memoria, la escena me hizo acordar al diálogo picante que tienen las amigas de 5 pal peso al lado de la pileta donde hablan de sexo con cierto detalle. Obviamente, acá el foco están puesto en lo salvaje, lo animal, pero la escena ¿no podría funcionar transitivamente? En fin, eso también da cuenta de los viajes que tenemos los que estamos sentados en la butaca.  


viernes, 10 de abril de 2015

Adelanto 17 Bafici: corto En Las Nubes


Amor global

El Bafici proyecta un aluvión de películas pero los cortometrajes también tienen su espacio y sus adeptos. Hoy tuve una grata sorpresa al encontrarme con En las nubes un trabajo de Marcelo Mitnik, que viene de ganar un premio en el festival de Phoenix, y explora la comedia romántica de enredos con un tono fresco y al mismo tiempo local y foráneo.

No develaré detalles de la trama solo comentar que versa sobre el casamiento y la importancia, o no, que este puede tener para los personajes. O sea, dentro del género de la comedia el corto explora ese, digamos subgénero, de la propuesta de casamiento que el cine de Hollywood ha sabido explotar muy bien infinidad de veces.

Mitnik logra aquí una fusión interesante, y una vuelta de tuerca cómica, entre ese subgénero y el componente local de la indagación del amor en tono existencial. Personalmente, creo que la película tiene la virtud de al tiempo que explora el amor indagar en dos idiosincrasias (aunque en el final se borren las fronteras).

Hablado en inglés y español (el mismo director tiene una vida bilingüe), En Las nubes elige como locación una zona de Buenos Aires poco explorada que aquí se entrelaza muy bien con la trama. Los actores acompañan muy bien la "propuesta". 

Se puede ver: Miércoles 22 a las 20:15 hs en Village Recoleta Sala 3, repite el Jueves 23 a las 14:40 hs en Village Recoleta Sala 3 y el Sábado 25 a las 20:00 hs se puede ver en el Cultural San Martín Sala 2.



jueves, 2 de abril de 2015

17 Bafici


El próximo 6 de abril comienza la venta de entradas (entre 25 y 30 pesos) para la 17 edición del Bafici (Festival de Cine Independiente de Buenos Aires) que se desarrollará entre el 15 y el 25 de abril. Más de 400 títulos y una variada programación en la que conviven clásicos del cine de arte con los cineastas más avant-garde (sobre todo en una sección que viene cobrando protagonismo llamada Vanguardia y Género) se exhibirán en el Village Recoleta (sede central)  y sus 10 salas, junto a las tradicionales Alianza Francesa, Malba Cine y Centro Cultural San Martín, Fundación Proa, Planetario, Arte Multiplex Belgrano, Village Caballito y Anfiteatro del Parque Centenario donde se realizarán las funciones gratuitas.