jueves, 22 de septiembre de 2011

D- Humanos y A usted no les gusta la verdad, 4 días en Guantánamo

Se estrenó D-humanos, 9 cortos sobre la 60 Declaración de los Derechos Humanos filmados por 9 directores que repasan el estado de los derechos humanos en el país. Como suele suceder en los proyectos colectivos, el resultado es heterogéneo. Algunos cortos descubren rutinas para seguir manteniendo viva la memoria como Baldosas en Buenos Aires de Carmen Guarini, otros muestran los avances que se han hecho en la materia en el país como el que indaga en los contenidos sobre derechos humanos que se enseñan en las escuelas militares: La Formación, de Andrea Schellemberg.

(La Formación)

El proyecto se puede visionar en varios espacios INCAA del país: Espacio INCAA Km: O GAUMONT (todos los días a las 20hs). Espacios INCAA del Interior: La Matanza, Almirante Brown, Tapalqué, Villa María, General Pico, Unquillo, Carmen de Patagones, San Juan y La Rioja.

A propósito de derechos humanos, en el marco del Doc Buenos Aires, se va a realizar una charla con motivo de la presentación del documental A usted no le gusta la verdad, 4 días en Guantánamo. La charla es abierta al público y contará con la presencia de Dennis Edney (abogado del caso), los directores del film: Patricio Henríquez y Luc Côté; y el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. La coordinación estará a cargo de Ana Cacopardo, de la Comisión Provincial por la Memoria.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Lola, nueva revista de cine on-line

Para los que gustan de leer cine en internet, Adrian Martin y Girish Shambu editan una nueva propuesta on line: Lola en alusión a la película Lola Montes (1955) de Max Ophuls. El título del número es Historias, y el índice se presenta más que atractivo. En este link encontrarán en inglés una descripción de cada uno de los textos: http://girishshambu.blogspot.com/2011/08/lola.html.


                                               http://www.lolajournal.com/index.html

Personalmente, recomiendo el maravilloso ensayo de Adrian Martin que en la introducción de un largo texto empieza reflexionando sobre como la música tiene un sustrato extraterritorial para luego analizar la obra de Wenders, Godard y referir a títulos de otros cineastas donde los conceptos de nación, pertenencia e identidad adquieren múltiples significados.

En este sentido, no solo los trayectos físicos de los realizadores son tenidos en cuenta sino también sus nacionalidades o referencias culturales adoptadas. Martin parte de la idea que algunos cineastas, como algunas personas, funcionan un poco como el personaje de El Pasajero que quiere cambiar de piel.

Lola, entonces, una nueva alternativa angloparlante para los cinéfilos y estudiosos hispanoparlantes que queremos seguir conociendo cómo piensan, sienten y analizan el cine en otros lugares.

sábado, 10 de septiembre de 2011

El ángulo ciego de la imagen digital

Hace unos días, un amigo me contó paso por paso cómo fue la operación de cataratas que le practicaron. La escena ya la había visto antes… en Vies, del documentalista Alain Cavalier que a su vez me retrotrajo a un texto maravilloso escrito por Patrice Blouin. Más abajo unos apuntes al respecto.

                                                  
                                                                (¿Patrice Blouin?)

El artículo de Patrice Blouin fue publicado en enero del 2001 en el N° 553 de la revista “Cahiers du Cinema”, y en su momento traducido al español por el sitio Otrocampo, estudios sobre cine. El título, El ángulo ciego de la imagen digital, remite a la escisión que experimentaría la mirada con la irrupción del soporte digital. Si con la cámara en 35mm había una alianza implícita entre el ojo mecánico y el ojo  humano, con la tecnología digital se experimentaría un cambio en esa relación.
Para arribar a esta conclusión, el crítico remite a dos films: Bailarina en la oscuridad (2000) de Lars Von Trier y Vies (2000) de Alain Cavalier porque en ambos se produce un diálogo con películas pasadas: Luces de la Ciudad y Un perro andaluz realizadas, a su vez, en momentos de transición del silente al sonoro.
El hilo conductor de Vies son sus personajes: hombres que están llegando al final de sus carreras. En el primer relato un cirujano está practicando su última operación de cataratas antes de su jubilación. En campo, a través de un monitor, se ve como el ojo enfermo es cortado en la parte superior. El nexo intertextual con Un perro andaluz quedaría planteado a través del comentario irónico, nostálgico a la película de Buñuel: recordemos sino aquel plano donde un ojo (se supo, de una vaca) era cortado con una navaja. En el caso de de Bailarina en la oscuridad, continúa, se trataría más que de la apropiación de una imagen, de la apropiación de una historia: la trama de Luces de la Ciudad. Según el autor francés el personaje interpretado por Björk (Zelma) condensa a la pareja original del guión de Chaplin, el vagabundo y la vendedora de flores, el ladrón y la ciega.
Pero donde Cavalier se esfuerza por mantener a distancia un plano mítico para la historia del cine, Von Trier redobla la apuesta y la concentra. Si Cavalier elige vaciar a esa imagen mítica de su efecto con austeridad documental, Trier elige la plenitud de una historia y, por supuesto, la espectacularidad.
Estas elecciones se relacionarían con la idea de imagen que tienen cada uno de los realizadores, pero que ambos hayan recurrido a la disociación entre un órgano y su función, sostiene, debe ser leído como un síntoma: el de la irrupción del digital que acarrea una mutación en la representación cinematográfica, como la que planteó, en su momento, la llegada del sonoro.
“Que para su primer film en la era sonora Chaplin haya elegido una heroína ciega, no es indiferente. Se trataba en la práctica de saber si era posible todavía la antigua asignación silenciosa de lo visible. En Buñuel encontramos, a la inversa, un deseo activo de sacar provecho de estos momentos de transición para abrir al cine a nuevos horizontes. Dice Blouin al terminar: “En cuanto al niño que deja huérfano- se refiere al personaje de Zelma- aun cuando se haya curado su mal hereditario, nadie sabe todavía cuál será su manera de ver”.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Estreno: El Estudiante de Santiago Mitre




El Estudiante de Santiago Mitre (co director de El amor, primera parte y guionista de Leonera y Carancho) es una de las películas más originales que ha dado el cine argentino independiente de los últimos años. Y en este caso la palabra independiente tiene valor porque la película se realizó gracias a la voluntad de un grupo técnico, dos productoras incipientes (La Unión de los Ríos y Pasto), y actores que, guiados por un director, llevaron adelante un proyecto cuyo tema es la política, sus formas, usos y costumbres.

El entorno donde se reflexiona sobre todo esto es la Universidad de Buenos Aires, concretamente la Facultad de Ciencias Sociales que inclusive se utilizó como locación. Quien haya ido a la U.B.A seguramente se sienta identificado o reconozca algunas de las cosas que suceden en la película aunque no es una película solo para estudiantes. El Estudiante se proyecta por ahora en el Malba, y la Lugones (ver programación Lugones). Abajo, una versión acotada de una entrevista más profunda con Santiago Mitre que se publicará en el número de septiembre de Caras y Caretas.

L.C: En toda la película la actuación es muy verosímil. Los actores ¿eran estudiantes de la U.B.A y/o militantes?
S.M: No. Ninguno era militante y en el 90% de los casos creo que no sabían de qué estaban hablando. Eso es la actuación.

L.C: ¿En qué locaciones trabajaron? ¿Cómo hicieron para filmar dentro de la Universidad?
S.M: Filmamos un 60% en la sede de Sociales de Marcelo T. de Alvear, y después en Parque Centenario. La U.B.A es territorio de los estudiantes, nosotros hablamos primero con el Centro de los Estudiantes y nos dijeron que sí. La universidad se vive con esa lógica que está muy buena donde es un espacio público y todos tenemos derecho a usarlo. Nos movimos en la facultad como si fuera un decorado. Incluso a veces interrumpíamos en las clases y les pedíamos permiso a los estudiantes y los profesores si nos dejaban filmar con Esteban (el actor Esteban Lamothe).

L.C: El personaje de Esteban es muy atractivo para el sexo femenino…
S.M: Sí, es medio voraz. Pero tiene que ver con la personalidad del personaje que es un tipo de acción. Y eso lo hace ser efectivo políticamente. Esteban tiene esa capacidad de seducción que, sin ser un charlatán, cae bien. Y va siempre para adelante, y le cae simpático a todo el mundo.

L.C: Para seguir a Esteban, usó bastante la cámara en mano.
S.M: La cámara en mano responde a la idea de tomar a las locaciones por asalto. Las escenas exteriores las filmamos con el mismo criterio: siempre tratábamos de mezclar a los personajes con el entorno para dar esa idea de realismo. Es un poco un registro clásico del documental.

L.C: ¿Por qué el título?
S.M: Porque le da un sentido de generalidad y yo quería moverme en una estructura narrativa clásica. Tenìa ganas de filmar una historia larga, que cuente un tiempo largo, con muchos personajes y con un aire documental.

L.C: ¿Cómo ves hoy la política?
S.M: Es interesante lo que sucede, después de muchos años de participación política, desde el 2001 en adelante se volvió a plantear que la política es un hecho trascendente. Esto se veía mucho en la universidad.