Se presentó el Bafici. Todavía
faltan 5 para llegar a eso de “20 años no es nada” pero la verdad que estas 15
ediciones se pasaron en un soplo. Participo desde la primera edición. Era una
estudiante que a veces (y lo digo con un poco de vergüenza) imploraba que me
dejen entrar a sentarme en el piso en alguna que otra película para la que no
quedaban entradas. La cinefilia es un poco fundamentalista. Con los años tuve
que suavizar estas pulsiones, claro… Y, creo, las exorcicé a través de la
escritura.
Tengo mil anécdotas para contar
sobre el Bafici pero supongo que a los que están leyendo este post les interesa
más conocer un poco la programación, o algunos detalles, de este año. Películas
de Kiarostami, Panahi, Oliveira, Kitano, Ruiz, Kawase se darán cita cumpliendo
con los pedidos de bloggeros, cinéfilos y algún que otro periodista que de dos
años para atrás a esta parte le reclamaban al Bafici autores consagrados. Esta
constelación se completa con la visita de, ni más ni menos, el coreano Hong
sang soo.
Este año el Bafici estrena
director: Marcelo Panozzo. De manera distendida, bajo el sol del otoño porteño en
la terraza del Centro Cultural Recoleta, el crítico presentó junto al Ministro de
Cultura Hernán Lombardi esta nueva edición. Dio a entrever que la estructura del
evento se mantenía con algunas modificaciones y algún que otra nueva sección. No del chileno Pablo Larraín (Fuga, Post Morten, Tony Manero)
será la película de apertura y el país trasandino será el invitado especial.
Esto no es tanto una novedad pues en los últimos años los vínculos entre el
Bafici y el cine chileno han sido estrechos pero esperemos con este foco descubrir
autores y personas nuevas.
Aunque parezca increíble Adolfo
Aristarain tendrá una retrospectiva. Y no es “increíble” que la tenga porque
Aristarain no tenga méritos como cineasta y no sea sin dudas una figura clave
del cine argentino del Siglo XX, sino porque el Bafici, de alguna manera, siempre
celebró y se jactó de promover, a veces con cierta soberbia, películas que en
algún sentido iban en contra del tipo de cine practicado por Adolfo: de género,
muchas veces declamativas (Martín H
es ejemplar en sentido) y las más de las veces interpretadas por actores
profesionales, o reconocidos. Por otro lado, Aristarain no es en general un
nombre citado por los cineastas asociados al nuevo cine argentino. Quizás este
foco suponga un redescubrimiento, o descubrimiento, dependiendo el caso.
De todas maneras, y si de nuevo
cine argentino hablamos, y como para no cortar esta filiación, el festival le
encomendó elegir a una asociación de críticos argentinos (la que históricamente
tiene vínculos con el evento en sus diversas áreas: Fipresci) la mejor película local exhibida en el Bafici
en estos 15 años, año por año. Una de ellas es MUNDO GRÚA, la genial ópera prima de Pablo Trapero premiada por
primera vez en el Bafici y que podrá verse nuevamente este año. Trapero es, además,
el autor de todos los cortos institucionales de esta edición. Uno de ellos,
según consignó Panozzo, “muy conmovedor”.
Un dato a tener en cuenta para
los visitantes cinéfilos del exterior: la sede del festival no es este año el Hoyts
Abasto sino el Village Recoleta Mall en el barrio homónimo, y en su sede en
Caballito, entre otras salas en Belgrano y otros puntos de la ciudad. Veremos
cómo funciona este cambio que en principio no fue bien recibido por tratarse de
un lugar no muy a mano. Aunque con el tráfico de Buenos Aires, y los problemas
de tránsito, no sé si hoy existe un lugar de fácil acceso.
Bueno, esas son algunas de las
primeras novedades. Por supuesto, iremos siguiendo, en la medida de nuestras
posibilidades, otras noticias del Bafici.
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