Por Lorena Cancela
Este domingo 2 de marzo se entregan
los famosos Premios Oscar. De las 9 películas nominadas, y estrenadas en la
Argentina, vi 8. Recordemos entonces la lista: Gravedad de Alfonso Cuarón, Captain
Phillips de Paul Greengrass, Dallas
Buyers Club de Jean-Marc Vallée, Nebraska
de Alexander Payne, Philomena de Stephen
Frears, Her de Spike Jonze, 12 años de esclavitud de Steve McQueen, El Lobo de Wall Street de Marty Scorsese y Escándalo Americano de David O. Rusell.
Coloco los nombres de los
directores aunque en la nominación oficial de la categoría los que aparecen como responsables de Mejor Película son los productores. Todo un símbolo que indica que la
concepción del cine en Hollywood no ha cambiado desde que los Estudios se
erigieron como tales. Si una película es buena es porque la producción lo es y esta idea se actualiza
cada tanto, y a su vez, en películas que responden al género el cine dentro del
cine como El Artista de Jean Dujardin, o más acá en el tiempo Saving Mr. Banks
de John Lee Hancock (acá La Vida de Walt).
De todas maneras, no se trata en este post de ir sobre esta concepción de cine
(lo hemos hecho en otras oportunidades y en distintas circunstancias) sino de
reflexionar un poco sobre el Premio y aquellas películas que hoy están
nominadas entre las mejores.
A esta altura del acceso a la
información, creo que pocas personas creen que el Oscar lo gana solamente una
buena película, La historia misma de la
Entrega está llena de rarezas como que El
Ciudadano de Welles no ganó como Mejor Película en su momento. Este film
emblemático es un caso bien especial porque no solo no ganó sino que también –
por una campaña de lobby en contra de
la trama del film- el mismo estudio como que boicoteó su estreno. Este último
dato viene bien para entender que en Hollywood no importan solo las buenas
películas. Es más, se puede estar frente a una obra maestra, como en este caso,
e igual dejarla ir.
Entonces, el lobby juega un papel determinante en la carrera hacia los
Oscar (el famoso Road to the Oscars). Pero también está el efecto paradójico, o
colateral, del Oscar: al ser un Premio que se ha mantenido a lo largo de los
años y cuyos hacedores han sabido comunicar al mundo, a veces pasa que
películas marginales del sistema (por su tema, estética, o modo de producción)
como The Missing Picture de Rithy Pan
logran mucha visibilidad. Eso hace, a mi criterio, que a veces la crítica, y me
incluyo, tenga una actitud ambivalente hacia este Premio. Por un lado, no le
creemos del todo y muchas veces lo denostamos, por el otro si una película como
esta está nominada nos alegramos. O como cuando una película nacional gana un Oscar..
En algunos casos creo que este
tema de los Oscar se vive como un campeonato de fútbol. Es más, circula un mito
urbano por estas tierras porteñas de que algunos profesionales del cine hacen
apuestas y el que más premios acierta, gana y se lleva un pocito. Esto es lo
que hace también que el Oscar trascienda al cine mismo y se transforme en un
asunto social. Ahora bien, no todo es tan lúdico e inocente y hay que tener
presente que el Oscar es un medio masivo de propagación de contenidos.
En este sentido, intuyo que El lobo de Wall Street no va a ganar el
Premio a Mejor Película aunque sea uno de los mejores Scorsese de los últimos
años. Es que una película que devela y crítica un sistema – como en su momento
lo hizo El Ciudadano- no es, en
principio, de Oscar. Aunque tampoco lo es porque su estética no responde del
todo a los cánones estéticos actuales como sí lo hace, por ejemplo, Gravedad que es una película 3 D y que
el talento de Cuarón le agregó un sesgo filosófico.
Otra película que critica a un
sistema – en este caso el de salud- es Dallas
Buyers Club. Un hombre de Texas Ron Woodroof – interpretado por Matthew Mc
Conaughey siguiendo el método Strasberg- es un apostador que vive en los excesos
hasta que le descubren VIH. A partir de allí la manera en la cual mira al mundo
cambia. El personaje de Ron – basado en una historia real- es muy interesante
en su desarrollo porque empieza como un homofóbico, estafador de poca monta,
muta en un narcotraficante interesado en hacer plata con una dolencia aún
cuando la padezca, y termina transformándose en un luchador por los derechos
sociales, totalmente identificado con una causa – la de los padecimientos de
los primeros portadores de VIH - y un referente para muchos. La traducción del
título al español tiene una connotación no del todo acertada: “desahuciado”.
Desahuciado es una persona inerte y Ron y sus amigos son exactamente todo lo
contrario.
Philomena de Frears también está inspirada en una historia real y,
si bien tiene un tono conciliador, sobre todo en el final, no deja de describir
el avasallamiento a los derechos humanos cometido por una Institución que brega
por todo lo contrario. Por otro lado, es interesante como se traslada por
distintos géneros: el drama costumbrista, la road movie, la película de detectives. Lamentablemente, pareciera
que es más que nada una formalidad que esté entre las candidatas. Desde ya sus
actores: Dench y Steve Coogan hacen un trabajo excelente. Ella como una mujer
irlandesa de pueblo y con una dignidad a prueba de todo, y él como un
periodista de capa caída devenido en detective y defensor de una causa.
Nebraska es una pequeña gran película sobre la que me he explayado
ampliamente (ver entradas de febrero en este mismo blog), y veo difícil que se
alce con un Oscar aunque sería una linda sorpresa. 12 años de esclavitud es interesante porque cuenta la historia de
la esclavitud desde el punto de vista de un hombre Solomón, raptado y hecho
esclavo en la ante sala de la Guerra Civil en los Estados Unidos, pero focaliza
demasiado en el detalle morboso, y vejatorio asemejándose por momentos a La Pasión de Cristo. Si la trasladamos a la actualidad podríamos
emparentarla con la trata de personas y si gana (tiene 12 candidaturas) sería
esperable que sirva para profundizar en como prevenir y combatir este mal que
acecha a mujeres y hombres.
No soy futuróloga, ni me gusta
hacer predicciones (y si acierto en algo -cosa que dudo- espero no caer en el
triunfalismo) pero teniendo en cuenta el año pasado donde ganó Argo de Ben Affleck la que tiene
chances de ganar este año es Captain
Phillips. Tiene aventura, proeza técnica, choque de culturas, y es la historia de un héroe nacional de Estados Unidos que encima está interpretado por Tom Hanks, un querido en Hollywood.