martes, 20 de agosto de 2013

Vino para Robar/Ariel Winograd

Más abajo fragmento de la nota de divulgación publicada en el número de agosto de la revista Caras y Caretas sobre Vino para robar de Ariel Winograd.


Ariel Winograd - director de Cara de Queso, Mi primera boda y pasante en el rodaje de la película El Plan Perfecto de Spike Lee- afirma que VINO PARA ROBAR es “una comedia que se centra en dos estafadores que tienen que trabajar juntos, no quieren hacerlo, en el medio se enamoran y tienen que robar un banco. Es también una película de acción y policial. Es una auténtica caper movie”. En este tipo de películas las tramas se focalizan en atracos pero con la particularidad de que puede haber algún que otro giro cómico. El último golpe con Gene Hackman y Danny De Vito y El Gran Robo con Patrick Dempsey son dos ejemplos recientes.

Winograd es uno de los directores argentinos que desde sus películas dialoga con el cine de Hollywood, sobre todo, con la comedia norteamericana. “Es la primera vez que me estoy animando a agregarle algo de género al ya género de la comedia. Cara de Queso, mi primera película, era más íntima, más personal, y Mi primera boda, que también era autobiográfica, tenía la intención de ser una comedia brillante bien al estilo americana. En este caso el guión no es mío y el desafío fue ponerle a ese guión alguna impronta personal.” Aunque, aclara, en este caso “no hay  ningún judío en aprietos”.

El  antecedente del género de robos en Estados Unidos data de los inicios del cine mismo. Gran Asalto y robo al tren de Edwin S. Porter de 1902 es un ejemplo. En la Argentina, la trama con robos tiene también antecedentes. Por dar algunos ejemplos, Fabián Bielinsky, en la perfecta y alucinatoria El Aura, imaginó el paso a paso de la concreción de un asalto a un blindado; Marcelo Piñeyro le dio cuerpo y voz a los personajes de la novela Plata Quemada de Ricardo Piglia (donde una banda de malvivientes se hace de un motín de un banco en San Fernando) en el film homónimo; y en los años ’60 Kurt Land dirigió El Asalto, con Alberto de Mendoza y Luis Tasca, una película que trata, también, del robo a un banco.

Winograd afirma que para darle verosimilitud a la película y a los hechos que ocurren: “No solo investigamos y nos asesoramos con un experto de Policía Científica a propósito de cómo se roba un banco. También tuvimos asesoramiento de sommeliers y enólogos. Yo no quería que la gente dijera que los personajes, por ejemplo, no saben agarrar la copa.”

Parte de la película fue rodada en Mendoza que está  en la trama, desde ya, por el vino. La ficción cuenta que un Malbec muy apreciado por Napoléon III – que en la vida real fue fanático del vino- habría sido escondido en lo que hoy es territorio cuyano. En Vino para robar aparecen íconos reconocibles de la provincia - como la popular Fiesta de la Vendimia (totalmente recreada)- y también escenarios transformados. Así, una reconocida bodega mutó en la casa del villano interpretado por Juan Leyrado quien (vale el dato) en medio del rodaje se quedó sin cabello. “En un momento el set parecía una peluquería, pelamos a unos cuantos.”, recuerda Winograd.

Sobre Valeria Bertuccelli y Daniel Hendler.
“Ellos nunca habían trabajado juntos pero lograron un timing increíble. Valeria es una de las mejores actrices argentinas. Cuando la vi en Silvia Prieto me dije: ‘¿de dónde salió esta mujer?’. Y con Dani es muy lindo trabajar porque se crea un clima de familiaridad muy grande dado que está desde mi primera película.”


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