Sue Brooks es
australiana. Estuvo muy ligada a fines de los años ’70 a los movimientos feministas de cine experimental que tuvieron lugar en ese país. Más abajo comparto una parte de una
entrevista con esta mujer realizada en agosto del 2006 que con agudeza se explaya sobre el presente del feminismo
en el cine, sobre su película, sobre la relación entre Australia y Japón, y
sobre el desierto australiano….La versión completa de la conversación se puede leer en Los Adulterios de la Escucha, entrevistas con el 'otro cine' (La Crujía).
L.C: Usted
plantea en su film una relación de tención entre Australia y Japón…. Tiene que
ver con la identidad por un lado, y el concepto de nacionalidad por el otro….
S.B: Yo creo
en las diferencias culturales y eso es de lo que trato de hablar en el film. Y
la relación entre Australia y Japón es muy interesante. Mi generación creció
pensando que los japoneses eran ‘los enemigos’ porque estuvimos en guerra
contra ellos. Sin embargo hoy también nuestra generación dejó eso atrás:
nosotros ya no pensamos más de esa manera. Aunque está todavía ahí, escondido
bajo la superficie. Entonces, hay mucho sobre ‘el otro’ y la diferencia y Japón
asentado por debajo de nuestra cultura. Aunque los más chicos no tienen este
sentimiento porque no saben.
LC: Hay una
escena fuerte en la película en la que Toni Colette está tratando de mover el
cuerpo muerto para meterlo adentro del auto. ¿Cree que hay un lenguaje que
solamente los cuerpos pueden hablar?
SB: Lo que yo
quise hacer en esa escena es hablar del hecho de que, al final, somos cuerpos,
y eso es algo esencial para cada uno de nosotros. Somos solo cuerpos. Hay una
intimidad indescriptible en la manera en la que ella lidia con ese cuerpo. Yo
quería que ella fuera capaz de ir allí, que realmente fuera ahí con eso. Quiero
decir, no es el hecho de que ellos hayan tenido sexo lo que es íntimo sino que
ella haya compartido su muerte.
Desde mi punto
de vista como mujer realizadora, yo creía que ella tenía que lidiar con eso e
iba a esperar. En los ensayos Toni no podía lidiar con eso, ella no podía
trabajar cómo hacerlo. Y yo le dije que ella tenía que hacerlo, ‘tenés que
trabajarlo porque esa es la realidad de la situación’. Y yo creo que eso es una
cosa particularmente femenina, no es que los hombres no tengan los mismos
sentimientos que nosotras, pero donde los hombres eligen la mecánica, las
mujeres decimos: ¡Trabajémoslo! Por ejemplo, algunos de los varones del equipo
decían de poner la camioneta en el agua y que el cuerpo flote… Y nosotras les
replicábamos que no.
LC: ¿Cómo fue
la experiencia de trabajar con su compañera, Alison Tilson? Fue una
colaboración cinematográfica o literaria.
SB: Ella
siempre trata de trabajar como una escritora cinematográfica. Ella se pone muy
orgullosa cuando te muestra una página del guión y no hay diálogo. Hay pequeños
momentos en la película donde yo veo que ella ha sido muy inteligente, por
ejemplo, cuando Sandy descubre a Yukiko (la esposa interpretada por Yumiko
Tanaka) a través de fotos y lo mismo al revés: cuando Yukiko descubre a Sandy.
No hay diálogo en ninguna de las dos escenas y ella estaba muy orgullosa de
eso. Son las escenas que pensamos y trabajamos mejor porque ella trajo algo que
es elegante y yo fui capaz de introducirlo de la misma manera. Aunque Alison se
siente más orgullosa cuando se da cuenta que hicimos una película y no una
pieza de televisión.
LC: ¿Cuáles
son las marcas que los movimientos de cine independientes femeninos de las
décadas de los ‘70/ ’80, de los que usted fue parte, dejaron en el cine
australiano contemporáneo?
SB: Es difícil
de responder porque solo hicimos unas pocas películas y no nos sentíamos parte
de ningún movimiento. En ese periodo creo que fuimos capaces de que nuestro
feminismo afecte mucho a nuestras películas. Y estábamos felices de hacerlo.Pero
esas mujeres crecimos y eso afecta a las películas que hacemos ahora.
En la
actualidad, mucho de nuestro trabajo es invisible. Nosotras trabajamos y
trabajamos, nos levantamos cada día y nos sentamos en la computadora, pero si
un film no consigue financiación, no se hace, no se discute. No quiero ser
melancólica, pero eso es el problema con tener cierta perspectiva: no podemos
mostrarnos ni ver suficientemente el trabajo de los demás. ¡Estamos siempre muy
excitados cuando alguno de nosotros consigue plata para hacer una película!
A pesar de eso
yo creo que nuestro feminismo es todavía muy fuerte. Es fuerte en Japanese
Story, no es común que una mujer conduzca una película, es solamente su
historia y desde su punto de vista, es tan simple como eso. Podría haber habido
otro punto de vista, pero no es lo que elegimos.
A veces esto
suena como discusiones pasadas, pero cuando ves las películas del mainstream te
das cuenta que no porque no cambió nada en muchos niveles, muchas películas son
muy masculinas. A pesar de que haya mujeres en las historias aparecen de una
manera masculina y son usadas más como una cuestión de marketing que como una
parte integral del drama.
LC: ¿Los
paisajes lo eligieron al comienzo, antes del filmar?
SB: Sí.
Fundamentalmente porque Alison, Sue y yo todas hicimos la experiencia de ir de
vacaciones allí y viajamos a través del desierto. Y todas sentimos que el
paisaje nos afectaba. Debo decir, a pesar de que suena medio cliché, que los
films australianos van siempre al desierto en busca de una experiencia que
cambie la vida para después volver.
El desierto te
hace sentir abierto, calmado. Y es irónico porque si vos mirás la población de
Australia está mayoritariamente asentada sobre la costa, pero un montón de
gente tiene esta conexión con el desierto. Es un cliché, pero al mismo tiempo
es cierto y es muy fácil ser cínico sobre esto.
Si lo hacés
mal puede ser otro film paisajístico aburrido, mas mucha gente después de ver
la película me dijo que le rememoraba esos sentimientos. Nosotras tratamos de
hacer el paisaje parte de la historia y no hacer una bella postal turística.