viernes, 12 de agosto de 2011

Larry Crowne, estreno comercial




Richard Maltby define al cine de Hollywood contemporáneo como post-. clásico porque para él las películas que, en general, se producen allí hoy se caracterizan por contar historias simples (en el sentido de que no se presentan distintos conflictos sino uno bien potente), los héroes lo resuelven gracias a su fuerza y no su inteligencia y estos, además, ostentan un físico hiperbólico, con una musculatura muy desarrollada, no importa si es hombre y/o mujer. En películas así, también, abundan momentos de video- clip, de combinación de imágenes y sonidos que por el montaje utilizado remiten a ese género. Un ejemplo de este tipo de cine bien puede ser la próxima Misión Imposible.

Pero sabemos que siempre hay excepciones a la regla y Larry Crowne, dirigida y protagonizada por Tom Hanks, es casi punto por punto contraria a esa definición: Su protagonista Larry debe apelar a su inteligencia para salir de un conflicto, no es el único al que se enfrenta, su cuerpo no tiene una musculatura hiper desarrollada y, prácticamente, no hay escenas cliperas y, si las hay, no son montadas con la canción del momento. La historia sí, es "sencilla": a Larry, el empleado perfecto, lo despiden de su trabajo sin mediación alguna y no porque lo haga mal sino por una reestrucutración en la empresa.

Seguramente, la situación nos suena familiar a muchos. Si algo caracteriza a las empresas con políticas neoliberales es, justamente, el hecho de tratar a los empleados como números y no como humanos. Lo sorprendente, o no tanto (sabemos de la recesión que atraviesa el país del Norte) es que un tema así haya surgido en el seno de la industria del entretenimiento. Es verdad que hace unos años Las locuras de Dick and Jane ya abordó el tema, pero lo hizo desde un lugar paródico que remitia por momentos a las "aventuras" de Bonnie and Clyde. Aquí, por el contrario, veremos el día a día de Larry sin cinismo alguno.

Es cierto que, por momentos, pareciera que Larry puede solucionar su conflicto porque antes estuvo en la marina - a la que, aún cuando le haya impedido estudiar una carrera, igual agradece: bueno no todo en la película iba a ser distinto-, pero no es menos cierto que hay mucha digndad en la manera en la cual Larry resuelve sus conflictos. Conflictos que, por otro lado, no se van solucionar del todo. Y Larry. a diferencia de los héroes hiperbólicos, no logra salir del mal momento solo: lo ayudan, lo enriquecen, un grupo de jóvenes y una mujer que conoce en la Universidad. Una institución donde, significativamente, el titular de la cátedra de Economía es... asiático!

Estas y otras cuestiones son las que hacen de Larry Crowne una película un poco a contramano de lo que estamos acostumbrados a ver de Hollywood: Larry empieza viviendo en una amplia casa y termina alquilando un pequeño monoambiente, no va a conseguir un trabajo mejor, ni va a ganar millones, pero va a recuperar la confianza en sí mismo. Tom Hanks logra con esta película abordar un tema complejo pero lo trata de forma simpática, fresca. En una semana donde los medios hegemónicos repitieron hasta el infinito la imagen de unos jóvenes que en un contexto de crisis le robaban a otro mientras, según ellos, lo socorrían, películas como éstas nos recuerdan que no siempre, a pesar de lo que los medios hegemónicos nos quieren hacer creer, es la guerra de "los pobres contra los pobres".

1 comentario:

  1. Vi esta película y me parece terrible en la forma que plasma el funcionamiento del sistema neoliberal.
    En lo personal solo me deja una desason hacia el futuro, porque no todos son como Larry Crowne, y el sistema de endeudamiento los lastimara de por vida

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