Esta semana, mi país la Argentina vive un momento memorable: La aparición de Guido, el nieto de la Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo Estela de Carlotto (robado por la Dictadura Militar) luego de 36 años de búsqueda. Abajo encontrarán una entrevista (1) que hice en agosto del 2011 con Nicolás Gil Lavedra cuando estaba cerca de presentar la película sobre Estela (Verdades Verdaderas la titularon después), justamente sobre la mujer, la incansable luchadora que ayer encontró su final feliz. Aunque la búsqueda de los que faltan continúa.
Por Lorena Cancela
L.C: ¿Cómo hizo para convencer a Estela de Carlotto para que
le permita filmar la historia de su vida?
N.G.L: La Estela política la conocemos todos, y el que no la
conoce puede buscar por internet. A mí lo que me interesaba era cómo una
maestra, o directora de escuela de La Plata se convierte en quien es. Yo
estudié como era esa maestra, qué actitudes tenía y cuáles no, y cuáles realza
para convertirse en quien es hoy. Yo quería ver el proceso: a ella le
desaparece su marido, lo sale a buscar, le desaparece su hija, la sale a
buscar, le desaparece su nieto, lo sale a buscar, yo quería ver eso. ¡Por qué
los sale a buscar? ¿Qué tiene ella que no tengan otros? ¿Qué es lo que tuvo que
resaltar? Me parecía interesante mostrar a la inocente, a la que no sabe nada,
no está involucrada y después a la que se empieza a involucrar y apoya como
madre (los chicos militaban en su casa) y no políticamente, y después como mujer
que va abriendo su cabeza y va entendiendo que querían sus hijos.
L.C: Me decía que Estela no quería que hagan una película
sobre ella al comienzo. ¿Cómo la fue convenciendo?
N.G.L: Ella me cuestionaba: “¿Por qué yo?” Y mi re pregunta
era “¿Por qué vos no?”. Yo la entiendo, ella representa a una asociación de
muchas mujeres, entonces es lógico. Pero a mí me parecía muy interesante por el
empuje que tiene Estela, cierta inocencia, y al mismo tiempo un hacerse cargo y
su autocrítica. Lo que busca la película es eso: quedarnos en ella. Ver qué le
pasa a ella cuando secuestran a su hija, ver qué le pasa a ella cuando le
entregan el cuerpo de su hija, qué le pasa cuando tiene que salir a buscar al
nieto.
L.C: ¿Cómo fue el
proceso de escribir este guión? ¿Cuánto tiempo le llevó?
N.G.L: Ella tiene un discurso armado de su vida. Es lógico,
no va a revivir el dolor cada vez que lo cuenta. Lo que a mí me sirvió fue
escuchar a sus hijos, leer sobre ella, y a partir de ahí enfrentarla: Che tus
hijos me cuentan esto y vos esto. ¿Cuál es la verdad? Mostrame tu verdad como
ser humano. A mí me interesaba humanizarla con lo bueno, y no tan bueno. Es
más, el mayor miedo de Estela hoy es que la coloquen en el lugar de María
Teresa de Calcuta, y ella no lo es. Es una mujer con una meta, acompañada por
muchas otras mujeres. Yo quise mostrar al ser humano que se enoja, no se enoja,
que putea, se ríe, que es feliz, triste, que tiene sus momentos. Todo ese
proceso duró 5 años.
L.C: ¿Cómo empezó a relacionarse con Estela?
N.G.L: Yo hice el cortometraje, a partir de allí me empecé a
relacionar con Abuelas, y a tener reuniones de 10, 15 minutos con Estela. Hubo
distintos guiones, llegó el productor Fernando Sokolowicz, y a partir de allí
se fue elaborando un guión que fui cotejado con Estela. De todas maneras, esto
es una ficción y me tomo ciertas licencias, sobre todo con los tiempos.
(1) La entrevista fue realizada originariamente para un número especial de la revista Caras y Caretas y tuvo lugar en el Café de la Biblioteca, al lado del Teatro Coliseo.